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HABILIDADES DE COACHING

Todo es una cuestión de atención. Aquello en lo que ponemos atención en nuestra vida es aquello que

crece inevitablemente. Si ponemos nuestro foco de atención y energía en el círculo de preocupación,

esto crecerá y llegará a ahogarnos hasta destruir nuestra autoconfianza y seguridad, inhibiendo nuestra

respuesta y por tanto nuestros resultados. Sin embargo, si focalizamos toda nuestra energía en el

círculo de influencia, en lo que podemos hacer, cambiar o mejorar, el círculo de preocupación se

reducirá progresivamente hasta casi desaparecer. Y como hacemos más obtenemos mejores resultados.

Las personas que se mueven en el círculo de influencia son proactivas , toman su responsabilidad por

hacer que las cosas sucedan y generalmente su energía es positiva. Este círculo puede aumentarse, por

lo que cuanto más nos centremos en esta área, menor será nuestra área de preocupación.

Ahora bien, las personas reactivas, son las que se encuentran en el círculo de la preocupación. Su foco

se sitúa en los defectos de otras personas, en los problemas del medio o circunstancias sobre las que no

se tiene ningún control. Si estamos situados en el área de preocupación, estamos reaccionando al

entorno y de ello se derivan sentimientos de culpa e impotencia, y en las conversaciones es común

centrarnos en las quejas. Ser reactivo, significa resolver lo problemas sólo cuando aparecen, no querer

cambios y hacer el mínimo esfuerzo.

En el círculo de influencia el foco está puesto en la propia persona, asumiendo que podemos cambiar

la situación, que podemos realizar los cambios de hábitos necesarios para alcanzar nuestras metas.

Siendo consciente de lo que nos funciona y lo que no, y de las dificultades que no controlamos. Ser

proactivo lleva su tiempo, ya que implica considerar diferentes opciones, sopesar posibles alternativas

y tomar decisiones propias para lograr nuestros objetivos. Ser proactivo significa anticiparse a los

problemas, buscar nuevas soluciones, dar lo mejor de uno mismo.

El enfoque proactivo consiste en cambiar desde dentro hacia fuera y en relación a nuestro ser, por lo

que desde esta perspectiva puedes plantearte ser más ingenioso, más diligente, más organizado,

asertivo, etc. Esta idea constituye para muchas personas un cambio de paradigma. Es mucho más fácil

culpar a los otros antes de reconocer nuestra propia situación de estancamiento. Pero somos

responsables y tenemos la habilidad para responder, de controlar nuestras vidas y de influir

poderosamente en nuestras circunstancias trabajando sobre el ser, sobre lo que somos.

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