1349_ORTHOS YOGA AVANZADO teoria y practica

ORTHOS

de la disciplina mental, es muy difícil definirlo o describirlo, aunque sea fundamental para el entendimiento del Yoga. Ha sido interpre tado muchas veces como una especie de trance auto hipnótico, una caída en el inconsciente o hasta un estado esquizofrénico inducido por medios artificiales. Entretanto, estos rótulos no son adecuados pues, el samadhi comprende una larga variedad de estados, y las personas que alcanzaran de hecho este estado de unificación en sus varias formas admiten unánimes que la lucidez mental es una de sus señales distintivas. El verdadero samadhi está siempre acompañado de una gran vigi lia. Aunque alguien considere que los diferentes estados de samad hi son impracticables o indeseables, no hay como negar que sean etapas de un camino que lleva a una realidad y un bien mayor. La gran importancia del conocimiento indú de la psique para nuestra época es el hecho de haber reunido las pruebas de la existencia de un estado de ser, es decir, el estado de Identidad con el Sí Mis mo o del Ser-Conciencia trascendente- que el legado espiritual del Occidente conoce muy poco, y que la ciencia moderna ignora por completo. YAMA Y NIYAMA: controlan las pasiones y las emociones mante niendo el individuo en armonía con sus semejantes.

seo sino que se enfocan hacia el interior de la persona, que queda libre de su tiranía.

6) DHARANA: es la “concentración de la mente en un estado de inmovilidad”. Es fijar la atención en un determinado punto, que puede ser una parte del cuerpo (un chakra, por ejemplo) o un objeto externo que ha sido interiorizado (la imagen de una divinidad, por ejemplo). Solamente la práctica regular de la concentración permite la po sibilidad de mantener la conciencia en una única dirección. Pero no debemos forzar esta práctica, para no entrar en conflicto con la mente. La concentración forzada no es real, pues provoca aún más tensión. Fijar la mente en el objeto de contemplación por 12 segundos equi vale a una medida de Dharana. Doce medidas de Dharana equiva len a una medida de Dhyana. En otras palabras, cuando la mente se mantiene en este estado de concentración por 2 minutos y 24 segundos, se llama Dhyana. Doce medidas de Dhyana, es decir la concentración ininterrumpida por 28 minutos y 24 segundos, constituirá el Samadhi. Dharana, Dhyana y Samadhi son diferentes grados de concentración. En el lenguaje del Raja-Yoga, ellos son Samyama. 7) DHYANA: la meditación. Consiste en parar el flujo del pensamiento. La concentración pro longada, y cada vez más profunda, conduce de manera natural al estado de absorción en la meditación, o dhyana, donde el objeto o la parte del cuerpo interiorizada rellena todo el espacio de la con ciencia. Todas las ideas que surgen (pratyaya) giran alrededor del objeto de concentración y las acompañan la disposición emocional tranquila y pacífica. No se pierde la lucidez, todo lo contrario, se tie ne la impresión de estar aún más despierto, aunque la conciencia del ambiente externo sea poca o ninguna. En su obra original “A Map of mental States”, el psicólogo inglés John H. Clark caracteriza dhyana de esta manera: “La meditación és un método a través del cual la persona se concentra cada vez más, en cada vez menos cosas. El objetivo es vaicar la mente sin perder, paradójicamente, el estado de alerta”. Dhyana es el resultado espontáneo de la concentración de la con ciencia, y constituye la preparación necesaria para llegar al objeti vo del Yoga, el estado de iluminación (samadhi). 8) SAMADHI: el estado de éxtasis. Así como la concentración profunda conduce a la absorción en la meditación, los contenidos de las “flotaciones” de la conciencia ordinaria despierta son detenidos por la práctica de la meditación, a esto sobreviene el estado del éxtasis (samadhi). Por tanto, la concentración, la meditación y el éxtasis son fases de un proceso continuo de reconstrucción o unificación de la mente. Cuando este proceso acontece basado en el objeto interiorizado, Patanjali lo lla ma “constricción” (sayama). Siendo el estado estático el auge de un proceso arduo y prolongado

ASANAS : conservan el cuerpo saludable e invita la mente a la con centración. Estos tres primeros pasos son esfuerzos exteriores a los cuales el yoghi debe someterse.

PRANAYAMA Y PRATIAHARA : actúan a través del control de la respiración y la contención de los sentidos, auxiliando en la concen tración de la mente. Son esfuerzos interiores.

DHARANA, DHYANA Y SAMADHI: llevan el yoghi al encuentro con su alma y a la conexión con la Divinidad. A estos tres últimos pasos se llama la búsqueda del alma.

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